La sede de la Comisión Europea acogió, el pasado 16 de abril, la Jornada “Buenas prácticas y Oportunidades en Eficiencia Energética: los casos de Rubí, Burjassot y Málaga”, en la que quedó reflejado que los Ayuntamientos son los primeros actores en el progreso de la eficiencia energética tal y como propone el acuerdo de Europa sobre la Unión Energética.

El objetivo de esta jornada era desvelar las claves de un nuevo modelo de ciudad donde poder encontrar nuevas oportunidades de mercado. Para ello se presentaron los casos de Rubí, Burjassot y Málaga, ejemplos de cómo los ayuntamientos pueden utilizar sus competencias para trasladar a los edificios y transporte los principios de las directivas europeas: certificación energética, contadores, autoconsumo, edificios de consumo casi nulo y reducción de emisiones de CO2. Las experiencias de estos tres municipios en concreto avalan que es posible el cambio hacia un modelo energético descentralizado.

La mayor urgencia está en crear demanda de proyectos de eficiencia energética e instrumentos financieros que respalden las inversiones y, en este sentido, los ayuntamientos se configuran, a través del Pacto de Alcaldes, como el principal motor debido al excelente resultado de las inversiones en ahorro de energía en la economía local y en nuevos empleos.

En cuanto a la financiación, “el 22% de todos los fondos europeos que se destinan a España para los próximos siete años se han de dedicar a objetivos de adaptación al cambio climático y a alcanzar el objetivo de ahorro del 20% de energía primaria en 2020. La ineficiencia de nuestro parque de edificios y de nuestro transporte es superior, incluso, a la de Europa, por lo que hay un enorme mercado de rehabilitación y de movilidad sostenible”, apuntó Javier García Breva, presidente de N2E.

 

El caso de Rubí: “Rubí brilla”

Con 70.000 habitantes, es la ciudad más industrializada de Cataluña, un claro ejemplo de proyecto integral de eficiencia energética, donde las actuaciones del Ayuntamiento no sólo han impedido la deslocalización industrial sino que han creado empleo. Con una gran labor educativa en los colegios, han reducido un 70% el consumo de luz y un 58% el de gas. Además, todos los edificios municipales cuentan con certificación energética y han puesto en marcha dos fotolineras fotovoltaicas para la recarga de vehículos eléctricos.

El caso de Burjassot: “Burjassot libre de CO2”

Esta localidad de 30.000 habitantes está inmersa desde 2010 en la consecución del objetivo de reducir las emisiones de CO2 a través de la movilidad sostenible y la protección de zonas verdes. Este proyecto les ha permitido ahorrar un millón de euros en energía en los presupuestos municipales.

El caso de Málaga: “Experiencias de la ciudad de Málaga”

Málaga cuenta con 570.000 habitantes y su proyecto se basa en la captación de fondos europeos y de terceros para el desarrollo de proyectos de eficiencia energética en edificios y vehículos eléctricos. Todo ello vinculado a la introducción de las tecnologías de la información y a su proyecto de ciudad cultural.

Un pensamiento en “Los ayuntamientos como primeros actores del progreso de la eficiencia energética

  1. Daniel dice:

    Interesante articulo. Buen trabajo y gracias por compartirlo.

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