Como sabemos que muchos de vosotros ya habéis encendido la calefacción, os desvelamos algunos secretos para mantener el calor en el hogar y gastar menos en la factura del gas.

En condiciones normales, será suficiente con encender la calefacción durante el día, ya que por la noche, salvo en las zonas muy frías, el calor acumulado en la vivienda suele ser más que suficiente para mantener en los dormitorios una temperatura entre 15 y 17 °C.

Pero para que el calor se mantenga durante la noche debemos evitar que este se pierda, para lo cual es clave tener un buen aislamiento, sobre todo en ventanas y puertas. Dicho aislamiento nos puede permitir reducir entre un 20% y un 40% nuestro gasto en calefacción.

Para el aislamiento en puertas es fundamental aislar los cantos con burletes y asegurarse de que se instale algún sistema que evite el paso del aire por la parte inferior.

Para las ventanas lo más importante es que permanezcan cerradas el mayor tiempo posible. Bastará con abrirlas 10 minutos al día para ventilar la estancia, evitar humedades y renovar el aire. Lo recomendable es llevar a cabo esta tarea antes de encender de nuevo la calefacción. Por otra parte, es recomendable que el cierre de las ventanas sea estanco y que los cristales sean de doble acristalamiento con aislamiento térmico reforzado.

También es importante fijarse en el material del marco de nuestras ventanas. Es un hecho que las carpinterías de madera o de PVC son mucho más eficaces para reducir los puentes térmicos que otros materiales más conductivos como el aluminio

Otros elementos a considerar son las cortinas y las rejillas de ventilación. Es aconsejable que las cortinas en invierno sean gruesas y de algún material aislante. Además, por la noche y en los días nublados, para evitar que el calor se pierda, cerraremos las persianas y correremos las cortinas.

En cuanto a las rejillas de ventilación, en el mercado existen rejillas especiales que permiten cerrar y abrir esos conductos a nuestro gusto. Pero si no disponemos de esas rejillas, podemos compensarlo manteniendo las puertas de los baños cerradas, para conservar así el calor de las estancias principales.

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